!De Regreso! San Miguel Huepalcalco, usos y costumbres.


El 19 de septiembre de 2017 fue uno de los días que marcó a varios estados de la República Mexicana, ya que a la 13:14 un sismo de 7.1 grados sacudió a México como nación, y de ahí la razón que no haya publicado nada, sin embargo mi tarea como tragón no iba a hacer detenida, al contrario, me abrió los ojos y el apetito para conocer una población que se había visto afectada tras el sismo, está población tiene el nombre de San Miguel Huepalcalco, que se encuentra ubicada en el municipio de Ocuitoco del Estado de Morelos.

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San Miguel Huepalcalco  tiene una población aproximada de 1,400 habitantes, que se encuentra en los altos de Morelos, dónde podemos ver al hermoso e imponente volcán del Popocatépetl, dónde la tierra es fértil, y cómo dicen ellos "aquí no se da, lo que no se siembra", una riqueza impresionante, ingredientes que cualquier chef y restaurante desearía tener, una milpa y hortaliza tan variada que permite hacer casi cualquier guiso. Pero entre las calles podemos vislumbrar un color verde que se encuentra entre las ramas, que la tierra produce como un tesoro esperando a ser cortado por el o la dueñx, estamos hablando del aguacate, un fruto que apacigua el hambre y trae paz al alma, un fruto que sabe a San Miguel, que sabe a México.

Y cómo me sobra inspiración pero me faltan palabras para describir más lo anterior, ahora pasaré a la parte dónde realmente fui absorbido, la comida.

Me concentraré en las cosas que más me gustaron y llamaron mi atención, por eso pido una disculpa por si no puedo abarcar todo, igual si un día prefieren ver mejor vídeos comenten y hacemos el esfuerzo.

Los tamales.

Uno de los platillos que requiere experiencia, práctica y sabor, pero más importante paciencia, ya que para tener uno de estos platillos típicos es necesario hacer la nixtamalización, es decir obtener el nixtamal por medio de la cocción del grano de maíz, cal y agua, que al cocerse se lleva al molino para así de esta manera obtener la masa; después de haber seguido este paso le pondremos manteca y sal para así poder empezar con el relleno de nuestros tamales. En este caso me tocó unos tamales de frijol ayocote que son cocidos y suavizados, para después ser molidos a través de una malla. Después de este proceso, se monta en una mesa una capa de masa y arriba una de frijol para de esta manera obtener un tamal marmoleado, que después de haber humedecido la hoja del maíz, se rellena de esta exquisita masa, para que la hoja abrace el producto, y sean colocados dentro del botecito (vaporera).

Ahora viene la parte más importante, si pensabas que hacer el tamal era la parte complicada y que requería paciencia estás muy equivocado. 
La costumbre viene ahora,  cuando una persona coloca los tamales dentro del botecito, está persona tendrá la obligación de no alejarse del botecito, ya que deberá cuidar el fuego y no enojarse, ya que si la persona se va, el botecito se enojará y los tamales no se cocerán. 
Cuando yo ayude, pensé que me jugaban una broma pues yo no entendía a que se referían con lo que me decían, sin embargo pude darme cuenta que era algo que no se tomaba a la ligera, de verdad dejarle a cargo a un extraño el botecito ponía nervioso a todo el mundo, y fue la historia de dos horas junto a un botecito, escuchando historias, para mi fueron grandes horas de aprendizaje y de vinculación.


El mole.
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Uno de los platillos favoritos de la mayoría del pueblo mexicano, creo yo, es el mole. Y es que es imposible haber probado todos, ya que cada estado, ciudad, comunidad, colonia y familia, tiene su particular manera de prepararlo, y es así como pude darme cuenta de que el mole es parte de ese sello familiar, de esa tradición, que va pasando de generación en generación y que une en caso de dónde o vi la preparación a mujeres de la familia y a la comunidad, dónde todas son unas expertas. En esta ocasión no pude ver toda la preparación como la de los tamales, que hubiera sido una experiencia también agradable, pero pude ver la atención con la que se cuidaba, sabiendo que este platillo no era solo por hacer sino que por aquí se transmite el agradecimiento y amor a la comunidad.
El olor emerge de una cazuela de barro, donde con un palo de madera, el mole va entrando en su punto ebullición y a un lado la olla de pollo, con ajo, cebolla y hierba buena para darle ese fresco, y al final el mole pueda bañar al pollo en una sabana roja, dónde acompañada con arroz da a esto una de las mas gratificantes experiencias culinarias. 


Fueron 10 días de experiencias culínarias y abarcarlas todas haría más largo y posiblemente aburrido para algunos este artículo por lo que abarcaré estos dos grandes exponentes de la gastronomía mexicana, que cuya indentidad va cambiando en el lugar donde nos encontremos.


Aprovechando el espacio si quieres saber como ayudar a esta comunidad tras el sismo sucedido el 19 de septiembre, envia un mensaje o deja un comentario y con gusto podemos ver la manera, te recomiendo que una forma genial de apoyar a estas comunidades de los altos de Morelos, es yendo y preguntando, impulsando nuevos negocios, ayudando al hermano mexicano y siempre preguntando ¿Cómo estás?


No olvides dejar tu comentario, y recomendarme algún lugar.

Te dejo mi correo si tienes alguna sugerencia: alejandro.rodv@gmail.com


Y nos leemos en la próxima entrega de Éntrale Chiquito.

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